Roger Casement, un diplomático y escritor irlandés que vive en el Congo Belga a principios del siglo XX. Casement está profundamente preocupado por las atrocidades cometidas contra los habitantes del Congo bajo el dominio del rey Leopoldo II de Bélgica y trabaja como cónsul británico para documentar estos abusos.
Casement recorre el Congo y documenta testimonios sobre las horribles condiciones de trabajo en las plantaciones de caucho y el tratamiento inhumano de los nativos africanos. Se encuentra con un hombre llamado Kwame, quien le cuenta la historia de su familia y cómo fueron afectados por el régimen brutal.
Casement regresa a Europa, específicamente a Irlanda, donde continúa su activismo en contra de las atrocidades coloniales en el Congo. Sin embargo, también se enfrenta a problemas de salud y lucha contra una enfermedad llamada catarro.
Roger Casement en Irlanda y su temprano interés en la justicia social. Se describe su relación con su madre y cómo ella influyó en su sentido de la moralidad y la empatía por los oprimidos.
Casement es nombrado cónsul británico en Manaos, en la región del Amazonas en Brasil. A medida que se adapta a su nuevo entorno, comienza a investigar las condiciones de trabajo en las plantaciones de caucho de la zona. Se encuentra con una realidad similar a la que había visto en el Congo: abusos contra los trabajadores indígenas y una explotación despiadada.
Roger Casement es transferido a Perú, donde continúa con su trabajo como cónsul británico. Se involucra en la investigación de las condiciones laborales en las plantaciones de caucho en la región amazónica del país. También establece relaciones con algunos políticos e intelectuales peruanos.
Casement viaja por la selva amazónica peruana para inspeccionar las plantaciones de caucho y entrevistarse con los trabajadores indígenas. Descubre condiciones inhumanas de trabajo y abusos extremos, incluyendo la explotación sexual y la esclavitud. Se horroriza por la brutalidad que presencia.
Durante su viaje de investigación, Casement lleva un cuaderno rojo en el que anota sus observaciones y denuncias de los abusos que presencia. Estas anotaciones se convertirán en una parte crucial de su campaña para exponer las atrocidades en la región del Amazonas y abogar por los derechos de lostrabajadores indígenas.
Casement se encuentra con Julio Arana, un hombre influyente y
poderoso que controla gran parte de las plantaciones de caucho en la región. Arana es un personaje central en la explotación de los trabajadores indígenas y se convierte en un objetivo importante para las denuncias de Casement.
Casement se embarca en un viaje en barco por el río Amazonas. Continúa investigando y documentando las condiciones de trabajo en las plantaciones de caucho a lo largo del río. Su compromiso con la causa de los trabajadores indígenas se profundiza aún más.
Casement regresa a Europa con su cuaderno rojo lleno de evidencia de los abusos en el Amazonas. Comienza a planificar una campaña internacional para exponer las atrocidades y presionar a las autoridades peruanas y británicas para que tomen medidas. Su misión se vuelve cada vez más urgente y peligrosa.
Roger Casement continúa con su campaña para exponer las atrocidades en las plantaciones de caucho de la región del Amazonas. En este capítulo, se reúne con un inspector de la empresa cauchera, quien es encargado de investigar las denuncias de Casement. Aunque el inspector se muestra inicialmente receptivo, Casement pronto descubre que está siendo manipulado y que la empresa busca encubrir los abusos.
Casement regresa a Iquitos y se encuentra con que sus esfuerzos están siendo saboteados por las autoridades locales y los intereses económicos. A pesar de los obstáculos, sigue recopilando evidencia y documentando las condiciones en las plantaciones de caucho. También continúa reuniéndose con líderes indígenas y trabajadores para obtener testimonios sobre los abusos.
Casement se encuentra con otros defensores de los derechos humanos y ambientales que están interesados en su causa. Se reúne con un antropólogo llamado Walter Hardenburg y con activistas de la Sociedad de Naciones. Juntos, discuten estrategias para presionar a las autoridades peruanas y británicas y obtener apoyo internacional para su causa.
Casement se convierte en una figura destacada en la lucha por los derechos de los trabajadores indígenas y la denuncia de los abusos en el Amazonas. Es apodado "El apóstol de los indios" por su dedicación a la causa. A pesar de los desafíos y la oposición, sigue adelante con su misión de justicia y comienza a ver algunos avances en su lucha.