
En la segunda mitad de los 80 del siglo pasado todos fuimos rebeldes y jóvenes y nada nos quedaba, salvo perder la paciencia y sólo encontrarla en la puntería, camarada. Y usábamos sobrenombres. El Negro, La Negra, La Chica, El Chico, El…
Andrés Figueroa Cornejo