"El guardavía" es un relato corto escrito por Hendrik Conscience, un autor belga. La historia gira en torno a un guardavía, responsable de la seguridad de un tramo de vía férrea en la Bélgica rural. El guardavía es una figura solitaria que pasa los días y las noches recorriendo la vía en busca de señales de daños o sabotaje. Con el tiempo, el caminante se aísla cada vez más del resto de la sociedad, hasta que se convierte casi en un fantasma que recorre la vía. El relato se publicó por primera vez en 1852 y se considera una de las obras más impactantes de Conscience.