
Se trata de una novela satírica narrada por un gato callejero sin nombre que observa y critica la vida de su dueño, Kushami, un japonés de clase media, y de sus diversos conocidos humanos. A través de esta perspectiva, el autor ofrece un comentario agudo, humorístico y perspicaz sobre la sociedad japonesa durante la era Meiji, centrándose en las influencias occidentales, la modernización y las peculiaridades de la naturaleza humana.