Búhos, gallinas, alondras y sus nidos en la barba forman parte de la fauna de hadas y personalidades insólitas que habitan las rimas y dibujos de Lear (el vigésimo hijo de un corredor de bolsa londinense), inspirados en el nonsense, cuyo libro Nonsense, publicado por primera vez en 1846, destaca como la expresión definitiva y más querida en inglés de la diversión desinhibida, amable y desenfrenada.