Don Rigoberto, un hombre maduro que trabaja como abogado. Don Rigoberto está casado con Lucrecia, una mujer hermosa y sensual que lo ha cautivado con su belleza y su carisma. A pesar de su amor por Lucrecia, Don Rigoberto se siente inseguro y celoso de otros hombres que pueden sentirse atraídos por su esposa.
Don Rigoberto reflexiona sobre la relación de Lucrecia con un hombre llamado Lucho, un antiguo amante que ha vuelto a aparecer en la vida de Lucrecia. Don Rigoberto siente celos y preocupación por la presencia de Lucho, y se pregunta si Lucrecia podría recaer en una relación con él. Además, en este capítulo se menciona a un personaje misterioso llamado Erebo, que se convierte en un tema recurrente a lo largo de la novela.
Conocemos a Sabina, la hija adolescente de Don Rigoberto y Lucrecia. Sabina es una joven curiosa que está experimentando con su propia sexualidad. Ella tiene sueños eróticos y fantasías sexuales que la desconciertan y excitan. Sabina también reflexiona sobre su relación con su madre, Lucrecia, a quien admira por su belleza y sensualidad. Sin embargo, siente envidia de la atención que Lucrecia recibe de los hombres y la competencia que esto genera entre ellas.
Don Rigoberto comienza a escribir en sus cuadernos personales como una forma de expresar sus pensamientos y emociones. Escribe sobre su profundo amor por Lucrecia y su constante temor a perderla. También menciona a Erebo, un personaje misterioso que parece obsesionarlo. A medida que escribe en sus cuadernos, Don Rigoberto se sumerge en sus propias fantasías eróticas, lo que refleja su deseo y su conflicto interno sobre su matrimonio y su propia sexualidad.
Don Rigoberto. La biblioteca es un lugar sagrado para él, lleno de libros que ha coleccionado a lo largo de los años. Don Rigoberto se sumerge en la lectura y se siente especialmente atraído por la literatura erótica y sensual. Sus libros favoritos incluyen obras clásicas como "Las mil y una noches" y "Crimen y castigo".
A medida que explora su biblioteca, Don Rigoberto reflexiona sobre su propia vida sexual y sus deseos. Se da cuenta de que, a pesar de su amor por Lucrecia, su matrimonio ha perdido parte de su pasión inicial. Comienza a fantasear con la idea de reavivar la chispa en surelación con Lucrecia y se pregunta si los libros que tanto disfruta podrían ayudar en ese sentido.
Don Rigoberto se sumerge en una profunda reflexión sobre la naturaleza de la imaginación y el papel que juega en su vida y en su relación con Lucrecia. Él cree que la imaginación es una fuerza poderosa que puede dar vida a las fantasías y deseos más ocultos.
Don Rigoberto comienza a experimentar una serie de fantasías eróticas en las que se encuentra en situaciones sensuales con Lucrecia. Estas fantasías lo excitan profundamente y lo llevan a cuestionar su propia relación con la realidad y la ficción. Se da cuenta de que su imaginación puede ser una forma de revivir la pasión en su matrimonio.
La narrativa se enfoca en la vida de Sabina, la hija adolescente de Don Rigoberto y Lucrecia. Sabina está experimentando su despertar sexual y se encuentra en una etapa de exploración. Tiene juegos y conversaciones eróticas con su amiga Gutiérrez, lo que refleja su curiosidad y su deseo de comprender más sobre la sexualidad.
Sabina también está intrigada por la relación de sus padres, especialmente por la sensualidad de Lucrecia. Ella espía a sus padres y se siente atraída por la figura de Erebo, un personaje misterioso y enigmático que se ha convertido en una obsesión tanto para Don Rigoberto como para Lucrecia.
La historia se centra en Lucrecia, la esposa de Don Rigoberto. Lucrecia se encuentra en el baño y disfruta de su tiempo a solas, reflexionando sobre su propio cuerpo y su sensualidad. Se observa detenidamente en el espejo y se da cuenta de que su belleza todavía la mantiene deseable a pesar de su edad.
Lucrecia también recuerda su infancia y cómo su madre la educó en la modestia y la feminidad. Aunque su madre la instó a ocultar su belleza, Lucrecia nunca pudo reprimir su deseo de ser admirada y deseada por los hombres.
La narrativa se centra en la relación entre Don Rigoberto y Lucrecia. La pareja decide jugar a un juego llamado "El juego de la fidelidad" como una forma de explorar su propia relación y reavivar la pasión en su matrimonio.
En el juego, ambos actúan como si fueran amantes que se encuentran en un lugar secreto, y comienzan a explorar sus deseos y fantasías más profundos.Se entregan a la pasión y se sumergen en un mundo de erotismo y sensualidad. El juego les permite expresar sus deseos sin restricciones y experimentar una nueva intensidad en su relación.